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Violaciones, maltrato psicológico a menores y drogas: la acusación contra Gustavo Penadés

El documento describe cómo el exsenador ideó una trama y usó sus vínculos para intentar evitar que le cayera el peso de la ley.

Violaciones, maltrato psicológico a menores y drogas: la acusación contra Gustavo Penadés

El documento describe cómo el exsenador ideó una trama y usó sus vínculos para intentar evitar que le cayera el peso de la ley.

Por Joaquín Symonds
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La fiscal de Delitos Sexuales Isabel Ithurralde presentó la semana pasada la acusación por 20 delitos contra el exsenador del Partido Nacional, Gustavo Penadés (11 de ellos por explotación sexual a menores de edad), quien hace dos años está en prisión preventiva por una causa que comenzó cuando Romina Celeste Papasso lo acusó públicamente

En el documento, al que tuvo acceso Montevideo Portal, se narran una serie de hechos jurídicamente relevantes para la Fiscalía, además de que se pide la condena a 16 años de cárcel para Penadés por diez delitos de explotación sexual a menores, cuatro de abuso sexual agravado, tres de abuso sexual simple, un ilícito de violación, otro por desacato y el último por atentado violento al pudor. 

Los hechos relevantes para la Fiscalía 

Una de las víctimas, que es identificada como “Mid 2”, conoció a Penadés cuando tenía alrededor de 12 años, según la acusación. Ambos se conocieron a través de una agencia de prostitución, de la que el imputado era cliente.

“La víctima lo hacía porque necesitaba dinero para comer y pagarse sus estudios. A través de esta agencia, mantuvo más de un encuentro con Penadés en la cual este le pagaba por mantener relaciones sexuales”, añade el texto. A su vez, acusa de que en una de las ocasiones en que ambos se encontraron, el exsenador “le dio una golpiza a la víctima dentro del hotel, hecho que la traumatizó”. 

“Penadés lo golpeó y lo obligó a mantener relaciones sexuales sin su consentimiento, lo penetró, lo insultó, le lastimó el labio”, describe el texto de la Fiscalía. En otras ocasiones la misma persona participó de tríos en los que estaba Penadés, con personas de todas las edades. 

En esos momento, el exsenador maltrató psicológicamente a los menores a través de frases como “cerrá la boca puta, cerrá la boca puto y hacé lo que se te pida porque para eso te pago”. 

Otra víctima, identificada como N, declaró que conoció a Penadés a los 16 años cuando se encontraba al amparo del por entonces Consejo del Niño. Solía escaparse con amigos y salían por la avenida 18 de Julio rumbo al Parque Batlle. En un momento, un auto de alta gama se les acercó y comenzó a seguirlos, por lo que el menor se arrimó al vehículo. 

Tras quedar en contacto, Penadés lo llevó en una ocasión al Club Neptuno y se dirigió con su auto a la parte de atrás. “Le pidió a la víctima que se bajara y se pusiera frente al mismo y se tocara sus partes íntimas mientras el imputado lo iluminaba con las luces del vehículo. La víctima se negó, pero Penadés le ofreció dinero y le pidió que se bajara el short y que sacara sus partes íntimas. Después de que la víctima hizo lo que el imputado le pidió, se acercó al auto y vio que Penadés se estaba masturbando. Se retiraron y el imputado dejó al adolescente en la plaza de los Bomberos”, agrega el texto. 

En otra ocasión fueron al apartamento de Penadés en Bulevar Artigas y Maldonado. El exsenador “comenzó a tocar al adolescente, le bajó el pantalón y le hizo sexo oral, avanzando hasta introducirle un dedo en el ano”. De acuerdo con el relato de la Fiscalía, el menor mantuvo alrededor de diez encuentros con Penadés

La tercera víctima mencionada por la Fiscalía es Javier Viana, quien al comienzo declaró ser menor, pero luego Ithurralde comprobó que no y que en realidad tenía 22 años cuando conoció a Penadés. 

En 1999 Penadés vio que Viana caminaba por la calle cuando se acercó en su auto, lo invitó a cenar y luego fueron al apartamento de Bulevar Artigas. “Le exigió que se quitara la ropa, luego lo tocó, le introdujo los dedos en el ano, la víctima le hizo sexo oral y Penadés lo besó”, describe. 

En una de las oportunidades que se encontraron, Penadés “le ató las muñecas y le introdujo un juguete en el ano, lo cual le produjo una herida”. Los encuentros se siguieron dando porque, según la Fiscalía, el exsenador le había prometido a Viana un trabajo en el Palacio Legislativo

En otra ocasión, Viana llegó al apartamento y había dos hombres de unos 60 años quienes estaban desnudos. “Lo golpearon y lo penetraron mientras Penadés observaba y le hacía un gesto con sus manos para que guardara silencio. Luego estos individuos abrieron la boca de Javier por la fuerza para que el imputado eyaculara adentro. En otras ocasiones, Viana fue obligado a mantener relaciones sexuales con hasta seis hombres diferentes al mismo tiempo, ocasiones en las que Penadés y los demás consumían cocaína y alcohol, además de obligar a la víctima a hacer lo mismo”, describe el texto. 

El documento también describe los hechos con respecto a Papasso y Jonathan Mastropierro, o el policía al que Penadés le ofreció sexo al decirle “si quería hacer una changuita”. En esta ocasión el efectivo —que patrullaba a pie por Punta del Este— pidió refuerzos y el hecho no pasó a mayores, pese a que todo quedó registrado en un expediente policial. 

El rol de Mauvezín

Con respecto al rol del imputado y exdocente de Historia, Sebastián Mauvezín, la Fiscalía describe que era quien contactaba a víctimas a través de un celular. En una ocasión le coordinó un encuentro a un menor con Penadés por $ 2.000. Esto se concretó en un hotel cerca del Antel Arena, y el exsenador tocó al adolescente mientras se masturbaba. 

“Después le tocó los genitales a la víctima y le pidió para tener sexo, pero le dijo que no quería y que se quería ir a su casa”, describe el texto. De acuerdo con el texto de la Fiscalía, por los menos seis víctimas menores de edad fueron contactadas con Penadés a través de Mauvezín, quien enfrenta un pedido de condena por seis años de cárcel. 

Investigación paralela

Con respecto a la trama que inició Penadés luego de que Papasso hiciera la denuncia pública, la Fiscalía asegura que el exsenador tuvo una participación activa, además de que fue quien financió la investigación paralela para saber el nombre de los denunciantes. 

Alrededor de dos víctimas, Papasso y Mastropierro, Penadés y el excomisario Carlos Taroco ejercieron operativos de “inteligencia ilegal”. “A las pocas víctimas que lograron identificar, se las seguía y amenazaba para evitar que se acercaran a declarar”, añade el texto. 

Como Penadés no recordaba con exactitud el nombre y domicilio de las víctimas, con quien había estado hace años cuando eran menores, “comenzó a intercambiar nombres y datos con algunos de sus secretarios para luego hacerlos llegar a quienes armaban la investigación ilegal”. 

Con Taroco al mando, el expolicía Federico Rodríguez cruzó datos de algunas de las víctimas, fotos e información del Sistema de Gestión Policial. También dispusieron de vigilancia en las casas de Papasso y Mastropierro para saber quiénes entraban o salían, y así establecer presuntos vínculos.
 

El flujograma hecho por Rodríguez y entregado a Taroco el 12 de julio de 2023 a través de WhatsApp llegó al teléfono de Penadés el mismo día a las 17:00. 

“El exsenador tenía un plan para buscar a las víctimas y denunciantes de su causa, perseguirlas, denunciarlas por delitos y tratar de involucrarse en otros delitos, para ellos se sirvió de diversos funcionarios públicos, de personas particulares amigas y conocidos”, añade la acusación.

El documento describe cómo amedrentaron presos que tenían presuntos vínculos con las víctimas, además de que permanentemente le pasaban fotos y nombres de jóvenes a Penadés para saber si los conocía. 

 

Rodríguez mantuvo encuentros con Mastropierro con el fin de sacarle información y le decía a Diego Cuiñas —exfuncionario del Parlasur— que se estaba abriendo. La Fiscalía concluyó que, hasta la detención de Taroco, el plan de la trama e investigación paralela seguía en marcha. 

La defensa de Penadés, a cargo de Laura Robatto y Homero Guerrero, tiene 30 días para plantear su teoría del caso. Luego comenzarán las audiencias de control de acusación y, finalmente, un juez electo por concurso dará inicio al juicio. 
 

Fuente: Montevideo Portal

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